Además, en esta semana pedimos la colaboración de toda la comunidad educativa para financiar proyectos misioneros de la Congregación. En años anteriores hemos apoyado al Colegio Padre Damián de Kinshasa en el Congo. Este año, aunque este centro continúa necesitado de recursos, la Congregación nos pide que ayudemos al Damien Institute de la India, que trabaja en distintas partes de este país con enfermos, especialmente de lepra, tomando como modelo la vida y la espiritualidad de Damián. Esta institución sostiene colonias para los leprosos y sus familias, les asiste médicamente e intenta la promoción de los familiares de los leprosos, que comparten con ellos el estigma social que supone la lepra.
Todo esto ha motivado dos acciones fundamentales. La primera de ellas se lleva a cabo en la clase de religión. Varios hermanos y hermanas de la Congregación, algunos de los cuales han vivido algún tiempo en India, presentan la realidad de la Congregación en este país y el trabajo que se está realizando en el Damien Institute. Realidad que fue recogida por las cámaras de TVE en tres programas de Pueblo de Dios, que se pueden visionar por internet. Resulta nuevamente impresionante comprobar la vida que tiene buena parte de la humanidad.
La segunda iniciativa intenta dirigir nuestra mirada hacia realidades de sufrimiento y pobreza que hay en nuestra ciudad a través de la experiencia de voluntariado de 26 alumnos de Bachillerato, que por parejas pasan por las clases de Secundaria a explicar el servicio que están prestando. Exponen también la razón que les llevó a comenzar ese voluntariado, qué les aporta, especialmente en la dimensión de fe, y en qué puede inspirarles la figura del Padre Damián en su tarea. Estos alumnos, junto con algunos más y con antiguos alumnos, sirven a los niños acogidos en los Hogares de la Filipenses, también en el Proyecto de Juego de niños de la Parroquia de San Marcos, al que acuden también estos niños, y en Regina Mundi. Esta experiencia ayuda a crear colegio, pues los mayores pueden enseñar a sus compañeros un poco más pequeños el servicio que prestan y estos descubren lo que sus mayores, a los que toman como referencia, hacen por los demás.
Para quienes somos testigos del crecimiento y maduración de estos alumnos y compartimos con ellos su servicio es, inevitablemente, una experiencia que sobrecoge e ilusiona. Brota el agradecimiento a Dios por todo lo bueno que es capaz de hacer a través de los miedos, la debilidad, la fragilidad, la inconstancia…, pero también la ilusión, el entusiasmo, la confianza, la valentía, la alegría… de los alumnos que dan su testimonio. Surge la esperanza de que el día de mañana los que hoy escuchan puedan narrar a promociones posteriores también su experiencia.
Esta semana termina durante la mañana del 10 de mayo con la celebración por ciclos en la Parroquia de la memoria de San Damián, agradeciendo la experiencia de esta semana y pidiendo que el Señor haga crecer lo sembrado. Pues todo este despliegue encuentra su sentido en el deseo de que, al igual que San Damián, aumente en nosotros la pasión por Dios y la pasión por el otro, especialmente, si está necesitado. Es ocasión para que nuestros alumnos reflexionen sobre su vida, sobre nuestro mundo y puedan construir su futuro desde Él y buscando servir a los demás.
Francisco Cruz Rivero ss.cc.
Coordinador de Pastora
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